El Día Mundial del Agua fue proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1992. Ese año se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Rio de Janeiro. De allí surgió la propuesta, siendo 1993 el primer año de celebración.
Esta celebración tiene por objetivo concientizar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de adoptar medidas para abordarla de manera de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible No 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.
Esta fecha sirve para reflexionar sobre la importancia crítica del agua dulce y promover una gestión responsable de este recurso esencial.